02-05-2008
A las 8 nos esperaba Chai, nuestro conductor, con su tuk tuk a la puerta del hotel. Salimos hacia los templos de Angkor, pasando primero por la taquilla. La entrada de un día cuesta 20 dólares, y el pase de tres días, 40. Como íbamos a estar dos días, compramos el pase de tres y así nos ahorrábamos pasar por la taquilla el segundo día. En la misma taquilla te hacen una foto y la imprimen en el pase.
El primer templo que visitamos fue Angkor Vat. Estuvimos cerca de dos horas recorriendo el templo pertrechados con nuestras camisetas y pantalones largos, y una buena dosis de repelente de mosquitos. Una vez más, erámos practicamente los únicos en ir tan tapados. Cuando decidimos que ya teníamos bastante, volvimos a la entrada donde nos esperaba chai, y nos llevó a la ciudad de Angkor Thom. Allí empezamos por el templo de Bayon, y seguimos por Baphuon, Phimeanakas y la terraza de los elefantes. Después de esto, fuimos a comer. Cuando llegamos a la zona de los restaurantes (más bien chiringuitos), salía gente de ellos con la carta en la mano, diciéndonos que fuésemos a comer a su restaurante. Cogimos una carta y vimos que los precios estaban entre tres y cuatro dólares por plato. Sin llegar a decir nada, la señora nos vio pensativos y nos dijo directamente que nos dejaba los platos a dos dólares, así que fuimos a su restaurante.
Después de comer, nos dirigimos hacia el punto donde habíamos quedado con Chai. Por el camino nos asediaron niñas intentando vendernos cosas. Seguían casi todas un procedimiento curioso: jugar a las capitales. Te preguntaban por capitales de países, y si no acertabas te decían que tenías que comprar. Lo que pasa es que siempre preguntaban las mismas: Madagascar, Brunei y Australia... y encima yo las sabía, así que no hicieron mucho negocio. Por cierto, son Antananarivo, Bandar Seri Begawan y Canberra.
Una vez reencontrados con Chai, fuimos a ver algún templo más, entre los que se encontraba Ta Prohm, el templo de los árboles. Durante mucho tiempo los árboles han ido "ocupando" el templo, formando ya la parte más importante del espectáculo.
A las 8 nos esperaba Chai, nuestro conductor, con su tuk tuk a la puerta del hotel. Salimos hacia los templos de Angkor, pasando primero por la taquilla. La entrada de un día cuesta 20 dólares, y el pase de tres días, 40. Como íbamos a estar dos días, compramos el pase de tres y así nos ahorrábamos pasar por la taquilla el segundo día. En la misma taquilla te hacen una foto y la imprimen en el pase.
El primer templo que visitamos fue Angkor Vat. Estuvimos cerca de dos horas recorriendo el templo pertrechados con nuestras camisetas y pantalones largos, y una buena dosis de repelente de mosquitos. Una vez más, erámos practicamente los únicos en ir tan tapados. Cuando decidimos que ya teníamos bastante, volvimos a la entrada donde nos esperaba chai, y nos llevó a la ciudad de Angkor Thom. Allí empezamos por el templo de Bayon, y seguimos por Baphuon, Phimeanakas y la terraza de los elefantes. Después de esto, fuimos a comer. Cuando llegamos a la zona de los restaurantes (más bien chiringuitos), salía gente de ellos con la carta en la mano, diciéndonos que fuésemos a comer a su restaurante. Cogimos una carta y vimos que los precios estaban entre tres y cuatro dólares por plato. Sin llegar a decir nada, la señora nos vio pensativos y nos dijo directamente que nos dejaba los platos a dos dólares, así que fuimos a su restaurante.
Después de comer, nos dirigimos hacia el punto donde habíamos quedado con Chai. Por el camino nos asediaron niñas intentando vendernos cosas. Seguían casi todas un procedimiento curioso: jugar a las capitales. Te preguntaban por capitales de países, y si no acertabas te decían que tenías que comprar. Lo que pasa es que siempre preguntaban las mismas: Madagascar, Brunei y Australia... y encima yo las sabía, así que no hicieron mucho negocio. Por cierto, son Antananarivo, Bandar Seri Begawan y Canberra.
Una vez reencontrados con Chai, fuimos a ver algún templo más, entre los que se encontraba Ta Prohm, el templo de los árboles. Durante mucho tiempo los árboles han ido "ocupando" el templo, formando ya la parte más importante del espectáculo.
Chai:
Angkor Vat:
Bayon:
Ta prohm:
Cerca de las cuatro de la tarde decidimos que ya habíamos sudado lo suficiente, así que volvimos al hotel a ponernos un rato a remojo en la piscina.
Por la noche fuimos a que nos dieran un masaje jemer, que no es otra cosa que una forma de tortura por la que pagas. Por lo menos pagas poco, cinco dólares por cabeza. Tras esto, pues lo de siempre, cena y cervezas.
03-05-2008
Nuevamente salimos hacia los templos a las 8 de la mañana. Empezamos por Preah Kahn, y seguimos por Preah Neak Pean y Ta Sonh. Después fuimos a Banteai Srei, que es famoso por tener unos grabados muy bien conservados. Este templo está bastante lejos, tardamos unos cuarenta minutos en llegar en nuestro tuk tuk.
Comimos a la salida del templo y volvimos a la zona principal. Chai empezó a decir que un templo más y nos íbamos, pero le dejamos claro que eso lo decidíamos nosotros, ya que era lo que habíamos acordado. Vimos tres templos menores más, y después decidimos volve a Angkor Vat. Había mucha más gente que el día anterior, supongo que por ser sábado y por la tarde.
Después, decidimos volver al hotel Allí, pagamos a Chai por los dos días y quedamos en que nos fuera a buscar al día siguiente para llevarnos al aeropuerto.
Un baño el la piscina, unas cervezas, cena, más cervezas y a la cama.
Donde estuvimos tomando las cervezas después de cenar, nos encontramos con este curioso letrero:
"Por favor, respeta a nuestros niños. Un niño es alguien por debajo de 18 años. No dañes o abuses de nuestros niños."
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